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EDITORIAL

 

            En este trimestre, nos ocuparemos con el estudio del libro de los Salmos. Este libro bíblico es uno de los mas leídos entre los cristianos, debido a la belleza de los textos poéticos y por la fácil comprensión del contenido, además del hecho de que es la mas bella colección de cánticos del pueblo de Dios. Todavia, “Salmos” es mucho mas que canción y poesia; su contenido también es rico en teología. Además, es la teología en forma de poesia. Como el Salterio es muy extenso, nuestro estudio será dividido en dos volumenes que se ocuparán en percorrer sobre los Salmos mas conocidos del público cristiano.

            El título del libro, “Salmos”, es el resultado de la antigua traducción griega del Antiguo Testamento. El nombre, en griego, puede ser traducido por “Cánticos” y corresponde a la palabra, en el original hebraico, mizmor (de la raiz verbal “cantar” o “tocar un instrumento”). El primer título hebreo fue “Libro de Loores”, visto que su propósito fue proveer para Israel una colección de cánticos para adoración adecuada en diversas situaciones.

            A diferencia de los demás libros de la Biblia, Salmos no es el resultado del empeño de un único autor, o compositor, se trata de canciones. El mas conocido de ellos es David, pero también tenemos textos de Salomón, de los hijos de Coré y de Asaf, Etán, Moisés y otros autores desconocidos, correspondiente al período de 1440 a 400 a.C., aproximadamente.

            Cuanto a la clasificación de los géneros, los Salmos pueden ser clasificados de la siguiente forma:

  1. Himnos de Loor;
  2. Lamentos (quejas, peticiones e impregnaciones);
  3. Salmos de Acción de Gracia;
  4. Cánticos de Confianza (o fe y misericordia);
  5. Salmos Reales (En el sentido de realeza)
  6. Salmos de Sabiduria o Sapienciales.

            Cuanto a la estructura, la tradición antigua divide el Salterio en cinco libros que corresponden al Pentateuco, los cinco primeros de la Biblia, escritos por Moisés. Cada división de “Salmos” termina con una doxologia y tiene otras características que los distinguen de los demás; así:

            Libro 1: Salmos 1-41;

Libro 2: Salmos 42-72;

Libro 3: Salmos 73-89;

Libro 4: Salmos 90-106;

Libro 5: Salmos 107-150.

 

            La composición del Salterio ocurrió durante el período del Antiguo Testamento como un todo, y su teologia es tan abrangente como la teología del antiguo testamento. Martin Lutero llamó el libro de los Salmos de “una pequeña Biblia y el sumario del Antiguo Testamento”. Además, su importancia ocurre por el hecho de que, como los demás libros del Antiguo Testamento, Cristo es revelado a lo largo de todo el Salterio. El própio Jesús y los escritores del Nuevo Testamento hacen extenso uso de los Salmos para expresar temas como el sufrimiento de Jesús (Mateo 27:46) y Su glorificación (Mateo 22:41-46). Además de eso, para el cristiano, Jesús significa el objetivo de culto del Salterio.[1]

            De esta forma, estudiar este libro se torna un intuito delicado, placeroso y necesario a los cristianos. Si Dios merece toda la alabanza y adoración necesitamos aprender con el Salterio la mejor forma de hacer tal intento.

 

En el amor del Padre

 

Pr. Renato Sidnei Negri Junior

 

1 – Los dos caminos

 

2 -El reinado del Ungido de Dios

 

3 – El ciudadano de los cielos

 

4 – La excelencia de la creación y la palabra de Dios.

 

5 – La felicidad de quien es perdonado

 

6 – La alma que anhela por Dios

 

7- El problema de la prosperidad del impío

 

8 – La eternidad de Dios vs mortalidad del hombre

 

9 – La misericordia de Dios

 

10 – Promesas para los obedientes

 

11- El fiel Guardian de los hombres

 

12 – Consuelo para los que lloran

 

13 – La excelencia de la unión fraternal

 

[1] Bíblia de Estudo de Genebra. Cambuci – SP: Editora Cultura Cristã, 2009. pp.687-689.

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