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INTRODUCCION

El libro de Isaías quizás sea, el más conocido de los libros proféticos. Sus textos son citados directamente en el Nuevo Testamento en torno de 65 veces, mucho más de que cualquier otro profeta del Antiguo Testamento, además de ser mencionado por su nombre, cerca de 20 veces. El profeta recorrió el palco de la historia más o menos a la mitad del camino entre Moisés y Cristo. Él vivió durante los días del poderoso Imperio Asirio. Isaías anticipó la caída de ese imperio y la ascensión de sus dos sucesores, los caldeos y los persas. Este profeta fue importante en el énfasis teológico. El proclamó en Judá los grandes principios de la salvación por la fe,  la expiación sustitutiva, el reino y su resurrección.

Su nombre significa “El Señor es la salvación”. Aunque se sepa más sobre Isaías de que la mayoría de los otros profetas, las informaciones acerca de él todavía son escasas. Probablemente, Isaías residía en Jerusalén, y tuvo acceso a la corte real. Según la tradición, él era primo del Rey Uzías, pero no existe ninguna evidencia sólida en cuanto a eso. Él tuvo contacto personal con por lo menos dos de los reyes de Judá: Acaz y Ezequías (7:3, 38:1, 39:3).

Isaías era hijo de Amoz, no el profeta Amós. Él estaba casado, pero el nombre de su esposa no es conocido. Ella es simplemente llamada de “la profetisa” (8:3). Sus hijos recibieron nombres simbólicos: Sear-Jasub (7:3) significa “Un-Resto-Volverá”. El segundo hijo, Maher-Salal-HasBaz (8:1),  significa “Rápido-Despojo-Presa-Segura”. Isaías comenzó su ministerio cerca del fin del reinado de Uzías, próximo del 758 A.C. Su ministerio se extendió por cerca de sesenta años, a través de los reinados de Jotam, Acaz y Ezequías. Según la tradición Isaías murió como un mártir, cerca del 680 a.C., en el comienzo del reinado del impío Manasés. Dice la leyenda que él fue aserrado por este rey (cf. Hb 11:37).

En Isaías encontramos un rico cuadro profético al respecto de Jesucristo. Vemos el nacimiento de Jesús (Is 9:6, 7:14; Mt 1:23), el ministerio de Juan Bautista (Is 40:3-6; Mt 3:1); Cristo ungido por el Espíritu (Is 61:1-2; Lc 4:17-19); Cristo Siervo (Is 42:1-4; Mt 12:17-21); El rechazo de Israel contra Cristo (Is 6:9-11; Jn 12:38; Mt 13:10-15; Hch 28:26-27; Ro 11:8); La piedra de tropiezo (Is 8:14 y 28:16; Ro 9:32-33 y 10:11; 1Pe 2:6); El ministerio de Cristo a los gentiles (Is 49:6; Lc 2:32; Hch 13:47; Mt 4:15-16); El sufrimiento y la muerte de Cristo (52:13-53:12); Su resurrección (Is 55:3; Hch 13:34; 45:23; Fil 2:10-11 y Ro 14:11); y la venida del Rey (Is 9:6 -7, 11:1; 32:1-2; 59:20-21; Ro 11:26-27; 63:2-3; Ap 19:13-15).

Por causa de esta paridad entre los textos de Isaías, su mensaje, con el Nuevo Testamento, podemos notar que el libro de Isaías es el Evangelio del Antiguo Testamento.

Pr. Renato Sidnei Negri Jr

1 – Heme aquí, envíame a mi.

2 – Un pueblo distante del Señor

3 – Dios juzga a su pueblo

4 – El nacimiento y el reino del Príncipe de paz

5 – Dios juzga a los enemigos de su pueblo

6 – Un Dios misericordioso que protege y ama sus hijos

7 – El socorro no está en Egipto

8 – Dios rescata a su pueblo

9 – Un único Dios

10 – El Siervo sufridor

11 -La gracia ofrecida a todos los pueblos

12 – La gloria futura de Jerusalén

13 – CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA

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2 Comments

  1. Cristián Aguirre Halabi dijo:

    Que buen tema, siempre he querido estudiar el libro de Isaías, y esta es una oportunidad ideal. Felicito a los que producen este material tan excelente para la gloria de Dios.

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